Solo �ramos mi madre y yo. Cuando ten�a como 4 a�os de vida,
mi padre nos abandono y nunca mas volvimos a saber de �l.
Ella supo suplir esa falta de la figura paterna, incluso
hasta jugaba a la pelota o luchaba conmigo. Nuestra relaci�n era �nica, nunca
alguna pelea, o discusi�n.
S� muy bien que ella ten�a parejas espor�dicas, pero nunca
llevo a ning�n hombre a la casa, una por respeto hacia mi y otra por que yo con
ella era extremadamente celoso.
Cuando cumpl� los 16, mi madre me permiti� fumar con permiso
y era habitual que nos sent�ramos despu�s de cenar, a fumarnos un cigarrillo a
conversas de nuestras vidas. Esta es una foto de ella, para que se formen una
idea.
Fue una noche, yo ten�a 17 a�os, ya era tarde, afuera llov�a
torrencialmente. Prendimos la chimenea antes de irnos a acostar. A ella se le
antojo tomarse un vaso de un licor muy especial que le hab�a tra�do su hermano
de Australia. Traje la botella y con las luces apagadas, solo con la luz de la
chimenea, comenzamos a degustar el licor.
Estabamos abrazados, mirando el fuego, cuando me dijo que
ten�a algo muy importante que decirme.
Me coment� que estaba saliendo con un compa�ero de la
oficina, y que le gustar�a invitarlo a nuestra casa.
Mi reacci�n fue muy violenta y le dej� muy claro que nunca
permitir�a que a otro hombre en nuestra casa. Mi car�cter era mucho m�s
dominante que el de mi madre y siempre se hac�a lo que yo dec�a. Comenzamos a
discutir del tema y bueno en fin esa conversaci�n termino con mi madre llorando.
Me dio mucha pena, y la abrac� y le ped� que me perdonara.
Ella tambi�n me abraz� y me dijo que yo era muy especial, que me amaba, y que
siempre ser�a el hombre de la casa, pero que estaba aburrida de estar sola, que
durante a�os se hab�a privado de tener un hombre a su lado, que reconoc�a que yo
le daba mucho amor y cari�o, pero que ella necesitaba la compa��a de una pareja
... adem�s, como ambos sab�amos, mi t�o me llevar�a a estudiar a Australia y
que ella se quedar�a completamente sola.
Ambos abrazados y llorando, nos fuimos diciendo cosas. Yo la
besaba muchas veces en sus mejillas, mojadas con lagrimas, hasta que sin darme
cuenta le di un suave beso en los labios. A ella no le sorprendi� y seguimos
hablando. Luego fue ella la que me dijo que me quer�a mucho y me dio otro suave
beso en la boca.
Abrazados, con la luz apagada, frente a la chimenea, nos
acarici�bamos nuestras cabezas, nos hac�amos cari�o, hasta que nuevamente
nuestros labios se encontraron. Esta vez ninguno de los dos cort� el beso, que
fue un poco m�s largo. Nos miramos unos segundos, sin decir nada y fue ella la
que volvi� a besarme.
Involuntariamente mi boca se abri� y sent� como la lengua de
ella, pasaba a mi boca. Fue un beso largo, muy suave, con amor.
Continu�bamos abrazados, bes�ndonos.
Los besos fueron siendo cada vez mas largos y nuestras
lenguas se met�an mas y mas en la boca del otro. Fue ella la que paso una pierna
sobre las m�as y la dejo apoyada sobre mi verga. Los besos mas la presi�n de su
pierna, hicieron que esta despertara y poco a poco fue alcanzando su m�xima
expresi�n, que seguramente ella not�.
Su boca se refugi� en mi cuello y continu� bes�ndolo,
provocando en mi un escalofr�o que recorri� todo mi cuerpo. Puse mi mano sobre
su pierna y busque nuevamente sus labios. La respiraci�n de ella estaba muy
agitada, mientras que yo, comenzaba a sentir cosas que un hijo no deber�a sentir
con su madre.
Un leve quejido sali� de mi madre, que me termin� por excitar
y me llev� a poner t�midamente mi mano sobre uno de sus pechos, sin parar de
besarla. Siento que una de sus manos se pone sobre la m�a, pero en vez de
retirarla la presiona mas contra su pecho.
Su teta se sent�a exquisita y me atrev� a meter mi mano bajo
su blusa. Me sorprend� al sentir como ella con su mano, desabrochaba el resto de
los botones, permiti�ndome hacer mas f�cil mi labor.
Al fin mi mano se apoya sobre su sost�n, encontr�ndome con el
duro pez�n que 17 a�os antes, hab�a sido completamente m�o. Comienzo a jugar con
este y a tratar de liberarlo de esa prisi�n.
AL fin queda expuesto y al tenerlo entre mis dedos, no puedo
resistir la tentaci�n de llevarlo a mi boca. Comienzo a chuparlo suavemente,
mientras escucho la agitada respiraci�n de mi madre.
Se siente exquisito ese pedazo de carne en mi boca, y empiezo
a tratar de soltar el otro. Mi madre termina de pasar completamente su pierna
por sobre m�, y queda sentada con una pierna a cada lado sobre mis piernas. Ella
se suelta su sujetador y coloca sus dos hermosas tetas a mi disposici�n. Ya con
sus dos tetas al aire, mis manos las acarician y las aprietan, llev�ndolas a mi
boca y succionando fuertemente esos duros pezones.
El amor se transforma en pasi�n y siento como mi madre
comienza a cabalgarme sin ning�n control sobre su cuerpo y a sentir la presi�n
de su vulva contra mi verga. Mis manos ya no solo acarician sus pechos;
aferradas a sus nalgas, ayudan su movimiento mientras sus tetas chocan contra mi
cara.
Ella, aun movi�ndose sobre mi, comienza a desabrochar mi
pantal�n y yo el de ella. Levant�ndonos un poco de esa posici�n, sin dejar de
besarnos, cada uno se desprende de esa prenda y asumimos la misma posici�n en
que estabamos. Ahora solo una delgada tela separa nuestros sexos, h�medos y
hambrientos de placer. Siento en mis manos las dos nalgas de mi madre, heladas
por el fr�o, pero calientes en su interior.
Con sus tetas en mi boca y mis manos en sus nalgas, en un
constante movimiento para hacer rozar nuestros sexos, siento como ella habla
diciendo que lo que estabamos haciendo no estaba bien, y la cayo con un
apasionado beso.
Ella baja hasta ponerse entre mis piernas, rozando su cara
contra el bulto que ocultan mis boxer. Siento como su mano intrusa recorre desde
mi pierna, hasta meterse debajo de esta prenda, encontrando lo que con ansias
ella buscaba.
Lo que paso de ah� solo puede relatarse como un desenfreno de
pasi�n y locura. Mi verga metida en su totalidad en la boca de mi madre, que con
una fuerza chupaba el erecto miembro de su hijo, una y otra vez, muy
fuertemente, desesperada por sentir el sabor de su hijo en su boca, mientras yo,
empujaba su cabeza contra este, llevando el ritmo de esa espectacular mamada.
La recuesto sobre la alfombra, y ahora su cuerpo bajo el m�o,
es recorrido por mi lengua, bajando por su cuello, pasando por sus tetas,
vientre, hasta separar sus hermosas piernas y sumergirme en lo mas profundo de
su h�medo sexo. Ya mi madre estaba entregada y solo gemidos sal�an de su boca
que no hac�an mas que calentarme m�s aun, mientras saboreaba sus jugos en mi
boca.
Entre largo y fuertes gemidos me suplicaba que me detuviera y
que la penetrara de una vez. Me coloco sobre ella, d�ndole un largo beso. Siento
como sus piernas se enroscan en mi espalda, levantando su pubis hasta dejarla en
una perfecta posici�n. Sus vellos p�vicos rozan la punta de mi verga, la que a
tientas buscaba donde alojarse. Luego de unos peque�os movimientos, siento como
mi verga encuentra la humedad cavidad que hace poco hab�a estado en mi boca.
Suavemente comienzo a penetrarla, sintiendo como sus carnosas
y h�medas paredes se abren poco a poco, a medida que mi verga se abr�a paso.
Comienzo a penetrarla como un animal, haciendo que mi verga
llagara hasta lo mas adentro posible, para volverla a sacar e inmediatamente
volverla a meter con fuerza, haciendo que mis bolas chocaran contra su culo en
cada arremetida.
Una y otra ves, siempre entre gritos y quejidos de ambos,
dici�ndonos lo mucho que nos am�bamos ....
te amo madre!
Y yo a ti ! .. �T�mame!..... �Soy tuya ....... mi cuerpo es
tuyo .. ahora y cuando quieras!!!!!!
�Eres solo m�a madre! ... Yo ser� el �nico que te la meta
.. desde hoy ser�s mi mujer
Si mi amor !!! .. Solo tuya !!!! ... �estas tetas solo
ser�n chupadas por ti ......... mi concha te pertenece .... soy toda tuya ....
sigue a si ......ahhhhh ..... que rico ... como me gusta sentirte as�
.......... !!!!!!!!!
No paso mucho tiempo hasta que mi caliente semen cayo en el
interior de mi madre, al mismo tiempo en que ella descargaba ese orgasmo que
a�os hab�a tenido acumulado.
Esa noche dorm� en su cama, e hicimos el amor muchas veces,
de todas formas, completamente inmorales, pero disfrutando a concho el cuerpo
del otro.
Al otro d�a despert� abrazado por mi madre. Ambos desnudos,
cubiertos solo por una sabana. Ten�a clases y ella que ir a trabajar.... pero
comenc� a acariciarla y seguimos haci�ndolo toda la ma�ana.
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO
Esa noche dorm� en su cama, e hicimos el amor muchas veces, de todas formas,
completamente inmorales, pero disfrutando a concho el cuerpo del otro.
Al otro d�a despert� abrazado por mi madre. Ambos desnudos, cubiertos solo
por una sabana. Ten�a clases y ella que ir a trabajar.... pero comenc� a
acariciarla y seguimos haci�ndolo toda la ma�ana.
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO
Nuestras vidas cambiaron rotundamente. Ella al otro d�a termino con su
compa�ero y yo, contin�e solo, ya que no ten�a que buscar afuera, lo que me daba
mi madre.
Desde ese d�a dorm� en la pieza de ella. Hac�amos el amor todas las noches,
sin falta, en todas las posiciones que se nos ocurr�an, y no solo en la cama, si
no que en donde nos diera ganas.
Nos convertimos en adictos al sexo. Ella despu�s de a�os de abstinencia y yo,
con las hormonas revolucionadas de un adolescente. Probamos de todo, todo sexo
anal, oral, que era nuestro favorito, ve�amos pel�culas porno, ella se
masturbaba delante mio, era una locura.
Ella se convirti� en una adicta a beber mi semen y cada vez que quer�a, me
buscaba y lo consegu�a. Aveces me encontraba acostado en la cama viendo
televisi�n. Ella llegaba, como lo m�s natural del mundo, me la sacaba y me hacia
acabar en su boca.
Yo por mi parte tambi�n, cada vez que ten�a ganas la tomaba donde fuera,
lavando platos, cocinando en fin, donde fuera, me colocaba detr�s de ella, le
levantaba su falda y sin decir nada se la met�a.
Incluso llegamos hacerlo el jard�n de la casa, una noche, tras la reja y tras
una enredadera tuvimos relaciones en silencio, mientras a menos de un metro, la
gente pasaba sin saber lo que detr�s de esas plantas ocurr�an.
Pero todo tiene su fin, y lleg� la fecha en que tuve que viajar a Australia,
a casa de mi t�o. Para mi viaje me regal� una c�mara digital y esa noche, que
era nuestra despedida, me dijo que esa noche la tratara como una puta y le
pidiera cualquier cosa que se me ocurriera y que ella me complacer�a. Le ped�
que me dejara tomarle algunas fotos para llev�rmelas a Australia y ella accedi�.
Ya me encuentro en este lejano pa�s, rodeado de canguros y bichos raros.
Gracias al internet, pude tener contacto bien seguido con ella y fue as� como
conocimos esta p�gina, y nos excit�bamos leyendo juntos, relatos de amor filial.
Fue a si como naci� la idea de escribir este relato con la autorizaci�n de
ella y adem�s de publicar sus fotos.
Gracias por leer mi relato, por sus comentarios y los dejo con las fotos que
tome esa noche.